Alexis Poet
lunes, 15 de noviembre de 2021
El juego del Corto versus el largo Plazo
En su libro economía introductoria, Francisco Mochon plantea que "La política macroeconómica está integrada por el conjunto de medidas gubernamentales destinadas a influir sobre la marcha de la economía en su conjunto. Los objetivos claves de la política económica suelen ser la producción, el empleo y la estabilidad de los precios". Además, resalta que "En el muy corto plazo y si una economía está sumida en una gran depresión, una estrategia adecuada puede consistir en estimular el consumo a costa de reducir el ahorro". Por el contrario, a largo plazo, sin embargo, la tasa de ahorro es clave para generar inversión e incrementar el stock de capital de la economía y lograr un mayor crecimiento.
Esto es de central importancia para comprender a la política económica.
En este sentido, si nos posicionamos en la década de 1930, luego de la Gran Depresión, es claro que, con un escenario de alto desempleo y una demanda efectiva muy retrasada, la recomendación es impulsar a la Demanda Agregada, ya que, lejos del Producto Potencial de la Economía, no hay peligro de inflación y la economía se ve impulsada por el consumo que a su vez, impulsa a la DA. Sin embargo, esta estrategia no puede ser sostenible en el largo plazo, ya que la Formación bruta de capital fijo es central para sentar las bases de un crecimiento sostenible.
Las discusiones clásicas y Keynesianas de largo y corto plazo se establecen en dimensiones separadas. En algún momento será el tiempo de pensar en el l{argo plazo, y ahí, el camino es la acumulación de capital la respuesta que se necesita.
martes, 20 de octubre de 2020
El principio de la modelación. Como analizar la política económica
En las siguientes líneas se describe la metodología de análisis de una política Económica presentada por juan Carlos De Pablo en “La economía que yo hice” (2015). Esta aproximación a la política económica es relevante para poder comprender cabalmente el funcionamiento de ésta.
Para quienes me siguen en mis artículos, lo que se propone es estructurar la dinámica de la política a través de la modelación. Estableciendo condiciones básicas o iniciales, luego comprendiendo la dinámica de la interacción y, por último, llegar a un resultado. En referencia a ello, yá hemos trabajado la importancia de la modelación económica en otros momentos (https://blog.sabf.org.ar/economia-la-ciencia-en-un-tablero-de-ajedrez-2/)
Así, el autor nos propone desestructurar la política económica en cuatro capítulos, a saber:
2.1. Condiciones Iniciales
Si se quiere analizar una política económica lo primero es tener presente las variables fundamentales o más relevantes de la economía:
• Tasa de crecimiento del producto
• Tasa de Inflación
• Variación del salario
• Desocupación
• Medios de pago de la economía
• Déficit fiscal
• Reservas internacionales
• Evolución del tipo de cambio
A estos indicadores se les debe agregar indicadores que describen el contexto político y social (expectativa empresaria, confianza del consumidor, etc.) como así también el contexto internacional.
2.2. Los Objetivos
Una vez establecidas las condiciones iniciales , esto es una línea de base, como se suele llamar en las ciencias sociales. Debemos ser capaces de identificar los objetivos que el decisor de política económica persigue, luego de haber hecho éste, una evaluación de la situación en la que se encuentra, tomando en cuenta las variables mencionadas en el apartado anterior. Los objetivos de política económica se agrupan en tres grandes clases:
• Tasa de crecimiento de la economía
• Distribución del ingreso y empleo
• Tasa de inflación
2.3. Las medidas
Luego de aplicar estos pasos, se sabe dónde uno está parado y lo que pretende hacer, a dónde quiere llegar, el ministro de economía. Lo que resta es identificar cuál es el camino que elige para llegar ahí. Es decir, cuáles son las medidas a implementar que, según el hacedor de política económica, lo llevará a cumplir con sus objetivos.
2.4. La estrategia implícita
Una vez que el analista tiene claro las etapas anteriores, debe preguntarse cómo se compaginan estos pasos. Es decir, cómo ve el ministro el funcionamiento de la economía. Luego de esto, el analista debe preguntarse, ¿es factible que la mirada del hacedor de la política económica sea consistente con la realidad?
lunes, 19 de octubre de 2020
La volatilidad y la incertidumbre macroeconómica en un escenario pos pandemia
La teoría neoclásica supone, como principio, que el individuo es racional a la hora de tomar decisiones. Mi experiencia indica que ello es discutible, ya que las decisiones de los agentes están basadas en emociones y se tiñen de racionalidad a través de las justificaciones que trata de encontrar este para llevar adelante sus actos o emprendimientos de todo tipo.
Esto puede validarse tanto desde lo individual hasta lo colectivo. Las diferentes estrategias que tomaron los países del globo ante la pandemia de Covid – 19, muestra que la vida estuvo atravesada por una cuestión sanitaria y las respuestas de los gobiernos han sido diversas.
Las decisiones, los gobiernos las han tomado considerando el contexto económico, político, social y ambiental y particularmente sanitario. En este sentido, las decisiones de los agentes económicos se ven afectadas por los contextos antes mencionados. Es cierto que, en la economía de corto plazo, se evidencian secuencias más o menos regulares de recuperaciones y recesiones en torno a una tendencia de crecimiento de la economía, es decir, se observa el ciclo económico. La pregunta es: cuál es la medida de esas variaciones y en qué período ocurren. El escenario de pandemia / cuarentena acentúa un escenario volátil.
La Argentina es un país sumamente volátil y cambiante, donde los escenarios o la previsión de futuros posibles pueden alterarse con una gran celeridad. Ello se debe a diferentes razones: las más relevantes se encuentran en el ámbito exógeno (crisis externas) y en el ámbito endógeno (debilidades internas, institucionales). Encontrar la causa de dicha volatilidad justifica reacciones adversas tales como desconfianza, incertidumbre y expectativas negativas hacia el futuro cercano.
Hoy, la volatilidad de la economía argentina se encuentra explicada por lo que llamamos, las teorías exógenas del Ciclo Económico, esto es, fluctuaciones explicadas por la pandemia de Covid – 19 y sus acciones asociadas.
Aquí es importante detenerse en lo siguiente, unos puntos de caída del producto significan miles de puestos de trabajo perdidos. El cierre de actividades económicas por la cuarentena, significa no solo inversiones que retrasan sino maquinaria productiva que lleva tiempo recuperar, años. Por la propia dinámica del ciclo económico, la caída de 12% del PBI, tendrá un rebote de 5% para empezar. Sin embargo, lo que preocupa es el cierre de empresas. En este sentido, el enfoque de interacción de gasto versus producción que nos propone el GPS de la Macroeconomía, nos ayuda a entender el valor de la interacción de los factores productivos para generar producción, empleo, ingresos, crecimiento.
"Hay que desensillar hasta que amaine", reza la popular frase campestre, pero la pregunta es: ¿Cuánta capacidad tendrá la sociedad para sobrellevar una crisis más que parece no tener fin?
viernes, 9 de octubre de 2020
Los consensos en los patrones de crecimiento de la Argentina
La frase más común en la que caen todos los actores políticos es la de "la necesidad de búsqueda de consensos" para sacar adelante a la Argentina.
Los consensos políticos sobre el rumbo de la Argentina fueron históricamente consecuencia de las condiciones internacionales. Haciendo un repaso rápido, el primer gran patrón de crecimiento de la Argentina, que se desarrolló hasta 1930 (el inicio se lo dejo a uds.), terminó con la crisis del 30´. Es decir, el MAE o modelo agro - exportador, culminó ante la imposibilidad de seguir exportando a partir de un esquema de economía cerrada de los diferentes países del mundo. Hasta ese momento, las condiciones iniciales, hacían propicio el desarrollo de ese modelo de crecimiento. Debe recordarse que sea época estuvo marcada por el imperio de la teoría clásica del libre cambio, desde ahí países como Inglaterra fomentaban el comercio entre sus colonias.
Las voces en contra de este modelo pudieron aparecer no antes de la década del 20, momento en el que se desata la primera guerra mundial. Entre 1876 y 1913, el promedio de crecimiento del producto fue de 6.4%, de ello 6.2% se explica por la expansión en la dotación de factor productivo. Es decir, la política inmigratoria y las campañas al desierto estimularon el crecimiento de la Argentina bajo ese patrón de crecimiento.
A partir de 1930, se desarrolla en la Argentina otro proceso que, como pasara en otros países, primero fue anárquico y no buscado (en este caso, también respaldado por la teoría económica que diera respuesta a la crisis del 30´, la teoría Keynesiana). Luego, a partir de la década del 40, se desarrolló fuertemente con una estrategia de consecución de etapas. Si bien, la revolución del 55, dilató ese proceso de crecimiento, luego se continuó con el desarrollismo de Frondizi, a partir de 1958. en este caso, también se inició como una oportunidad ante las condiciones externas, con la posibilidad de atraer inversiones principalmente en el sector energético.
El proceso de crecimiento que sobrevino a la crisis de 2001, también se dio con un contexto favorable para la exportación de granos, obteniendo así recursos para fomentar la industria y el trabajo.
Es difícil pensar en consensos cuando el inicio de procesos que llevaron a la Argentina al crecimiento, no fueron el fruto de tales. En este sentido, la gran pregunta que surge es si los actores políticos, económicos y sociales puedan lograr acuerdos que lleven a definir un modelo de crecimiento y desarrollo para la Argentina.
lunes, 5 de octubre de 2020
Sobre la enseñanza de la estructura y la política económica argentina
Suelo encontrarme con alumnos que me preguntan, principalmente en época de exámenes, sobre que voy a focalizar en las preguntas o casos de análisis que les propongo. Esto me da la posibilidad de compartir qué creo que debe transmitir un docente de estructura y política económica argentina. Muchos piensan que esta temática está basada en la historia económica, muy vinculada con los procesos políticos. Otros creen que esta asignatura se dicta a partir de la teoría macroeconómica. En realidad, no tiene nada que ver con eso, sí es cierto que tanto la historia como la teoría macroeconómica resultan herramientas necesarias para poder diseñar o analizar una política económica. Es decir, es necesario tener conocimientos de macroeconomía para diseñar una política económica y también lo es conocer la historia para saber qué recetas funcionaron y cuáles no, eso ayuda a saltar varios casilleros. No obstante, todo lo antedicho, la política económica es: comprender una realidad, identificar las variables relevantes y poder diseñar estrategias y/o instrumentos para solucionar problemas. En ese sentido, establecer un método de abordaje o análisis de la situación es central para empezar con el pie derecho. Esto es, un modelo, en definitiva, estructurar una serie de pasos a seguir que posibilitan el armado de una estrategia. Establecer un inicio, un desarrollo y un resultado. Identificar las variables relevantes, comprender cómo es su dinámica, presentar correcciones probables y resultados asequibles. En definitiva, es pararse frente al sistema económico y preguntarse ¿para dónde van las variables hoy? ¿para dónde deberían ir? y luego, ¿para dónde irían las variables a partir de nuevas correcciones?
viernes, 4 de septiembre de 2020
Dos planes recordados de la historia argentina, ¿de estabilización?
No es novedad que la inflación es un problema desde hace muchos años en la Argentina. Hubo dos planes que lograron combatirla con diferente éxito. El primero, el Plan Austral, solo logró controlarla unos meses, el segundo, el plan de convertibilidad, lo hizo por una década. Sin embargo, el primer plan de referencia sí tenía el objetivo de atacar a la inflación, era un plan de estabilización de carácter heterodoxo. Por otra parte, el plan de convertibilidad, tenía otro objetivo. No era un plan de estabilización, sino de crecimiento.
En el Plan Austral, el diagnóstico se basaba en que existía una inercia inflacionaria, eso llevó a tomar un conjunto de medidas heterodoxas para controlar la inflación. Un nuevo signo monetario, el congelamiento de precios y salarios y una tabla de corrección de tasas nominales de interés que afectaba a contratos financieros, fueron las medidas adoptadas.
En el caso de la Convertibilidad, el diagnóstico fue muy diferente, los hacedores de política económica estaban convencidos que era necesario generar un crecimiento económico sostenido y mejorar el nivel de vida de la gente. La estabilidad económica, venía de la mano con el crecimiento a largo plazo. Pero para que ello suceda, debían realizarse reformas estructurales que representaron cambios sustanciales en la dinámica argentina. Reforma del Estado y liberalización del comercio fueron algunos de los puntos centrales de la reforma.
Si bien la Argentina sufre la inflación hace décadas, en los últimos tiempos (más de veinte años), teóricos y hacedores de política económica, no ven el problema de la inflación como un objetivo aislado, sino que lo integran a los objetivos de crecimiento. Es decir, la estabilidad y el crecimiento como puntapié de un conjunto de políticas que lleven a una mejor calidad de vida para la sociedad.
lunes, 17 de agosto de 2020
Política Económica para el desarrollo
“Sin inversión no hay crecimiento, sin crecimiento no hay trabajo, y sólo generando trabajo podremos eliminar la pobreza”, así comienza el mensaje de presupuesto nacional para el ejercicio 2018. Esto representa, no solo una postura pragmática - en definitiva, “los hombres prácticos, que se creen inmunes a las influencias intelectuales, son generalmente esclavos, de algún economista difunto” (De Pablo, 2011: 201), sino todo un bagaje herramental que sintetiza una de las dos teorías económicas antagónicas y relevantes en el mundo. La primera, surgida como evolución de la teoría clásica, es decir, la teoría neoclásica, la cual estudia el valor observado de las variables, por consideraciones de oferta. En este sentido, el PBI observado de un país, se encuentra atravesado por limitaciones en la dotación de factores existentes y la tecnología. Así, este valor del crecimiento, podría ser mayor del que es, y en ese sentido, deben buscarse las limitaciones por el lado de la oferta, para accionar sobre ellas y dinamizar el funcionamiento del sistema económico, a través de la eliminación de las distorsiones.
La segunda, teoría relevante, está emanada de la crisis de 1929, llamada la “gran depresión”, y es conocida como la teoría Keynesiana. Al contrario de la teoría anterior, explica el valor observado de las variables, por consideraciones de demanda. Surge aquí la pregunta: ¿desde dónde debe analizarse a la economía? Y, en definitiva, ¿cómo puede encontrarse la solución a los problemas de la sociedad a través de uno de estas dos teorías? La práctica de la gestión pública 2016-2019, revela que se establece un enfoque de plan estratégico para atender a las necesidades de la sociedad. En este sentido, se establecen objetivos y prioridades de gobierno, tratando de bajar éstas a planes y programas concretos, que muestren metas alcanzables. Todo esto está estructurado con una mirada desde el desarrollo sostenible, es decir, con un enfoque social, económico y ambiental.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)