La frase más común en la que caen todos los actores políticos es la de "la necesidad de búsqueda de consensos" para sacar adelante a la Argentina.
Los consensos políticos sobre el rumbo de la Argentina fueron históricamente consecuencia de las condiciones internacionales. Haciendo un repaso rápido, el primer gran patrón de crecimiento de la Argentina, que se desarrolló hasta 1930 (el inicio se lo dejo a uds.), terminó con la crisis del 30´. Es decir, el MAE o modelo agro - exportador, culminó ante la imposibilidad de seguir exportando a partir de un esquema de economía cerrada de los diferentes países del mundo. Hasta ese momento, las condiciones iniciales, hacían propicio el desarrollo de ese modelo de crecimiento. Debe recordarse que sea época estuvo marcada por el imperio de la teoría clásica del libre cambio, desde ahí países como Inglaterra fomentaban el comercio entre sus colonias.
Las voces en contra de este modelo pudieron aparecer no antes de la década del 20, momento en el que se desata la primera guerra mundial. Entre 1876 y 1913, el promedio de crecimiento del producto fue de 6.4%, de ello 6.2% se explica por la expansión en la dotación de factor productivo. Es decir, la política inmigratoria y las campañas al desierto estimularon el crecimiento de la Argentina bajo ese patrón de crecimiento.
A partir de 1930, se desarrolla en la Argentina otro proceso que, como pasara en otros países, primero fue anárquico y no buscado (en este caso, también respaldado por la teoría económica que diera respuesta a la crisis del 30´, la teoría Keynesiana). Luego, a partir de la década del 40, se desarrolló fuertemente con una estrategia de consecución de etapas. Si bien, la revolución del 55, dilató ese proceso de crecimiento, luego se continuó con el desarrollismo de Frondizi, a partir de 1958. en este caso, también se inició como una oportunidad ante las condiciones externas, con la posibilidad de atraer inversiones principalmente en el sector energético.
El proceso de crecimiento que sobrevino a la crisis de 2001, también se dio con un contexto favorable para la exportación de granos, obteniendo así recursos para fomentar la industria y el trabajo.
Es difícil pensar en consensos cuando el inicio de procesos que llevaron a la Argentina al crecimiento, no fueron el fruto de tales. En este sentido, la gran pregunta que surge es si los actores políticos, económicos y sociales puedan lograr acuerdos que lleven a definir un modelo de crecimiento y desarrollo para la Argentina.
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